Los cristales son seres realmente fabulosos. Cada uno posee unas propiedades que les hacen únicos, y las ponen al servicio del TODO sin esperar nada a cambio.Cumplen su función aunque no se les preste atención. Emanan su energía para sanarnos, protegernos, conectarnos con planos superiores, abrir nuestros chakras y equilibrar nuestras energías, restaurar el buen humor, y un largo etcétera que llenaría volúmenes enteros que, de hecho, están a disposición de quieran profundizar en ello.
Pero en el caso que nos ocupa, los cristales que se están anclando para generar las Sincronizaciones contienen una información (energía) codificada que, tras ser anclados en la tierra, transmiten al planeta y los seres que la habitamos . En este proceso intervienen, entre otros factores, nuestro amado Sol.
Para muchos, esto no es nada nuevo, pero para quienes no tengan conciencia de estas "extrañas cosas" será de utilidad indagar en las propiedades del cuarzo, por ejemplo, cuya principal cualidad, además de limpiar energías, es un magnífico receptáculo de información, de ahí que sea utilizado en los relojes, entre otras
muchas cosas...

Los cristales que estamos anclando en puntos muy concretos del planeta contienen unos códigos que transmiten la información específica tanto a la Madre Tierra como a la Humanidad entera para ayudarnos en esa transformación psíquica, mental, emocional y biológica que permitirá el resurgimiento de la espiritualidad del Ser Humano con el consecuente despertar de la Conciencia Universal.
Cristal anclado en Atenas |
Cinco de estos cristales contenían la energía femenina pura y una información que, a nuestra traducción, vendría a decir:
"El Cambio ha llegado".
Otros dos cristales contenían la energía masculina, pero equilibrada...Es decir, en armonía con el principio femenino de la vida.
Cristal sumergido en las aguas del Mar Negro, frente a la costa de Turquía |